Abrázame cuando en un atardecer cálido, renazca el recuerdo perdido en el horizonte
de tu mirada. Siénteme cuando amanece la nostalgia que se adueña de tu corazón y
el mío.
Veo entre mis dedos el reflejo de tu deseo, le siento despacio, le dibujo en tu contorno,
aspiro la esencia de las horas que me llevan a ti, como un atardecer entre olas y
arena. Creo en el eco de un sentimiento.
Entre el cielo de tu mirada y la miel de tu boca, tengo un nudo prendido para deshacer
con la ternura de tus manos y las mías enlazadas, sintiendo en cada intento el
anochecer de un deseo.
Abrázame cuando te falte tiempo para hacerlo, será como burlar al tiempo, desafiar a
la distancia y dibujar la ausencia con pinceles de emociones.
Abrázame siempre con palabras y seré una escultura a medida en tu alma.