Es posible que aún no te haya encontrado, quizás estás en mis sueños pero no te
reconozco, es posible que en la lejanía de mis horizontes esté esperando que me
encuentres sin saberlo.
He pensado que en algún amanecer ya casi olvidado, tus pensamientos y los míos se
han cruzado en el epicentro del amor, han pasado uno al lado del otro sin reconocerse
y la esencia de lo que puede ser, deambula en los sueños que algunas veces nos
sorprenden sin avisar.
Soy apenas un murmullo perdido en una ola que se rompe, dejando la huella de su
espuma o quizás soy esa gaviota que atisba en pleno vuelo la parte del océano donde
quiere reposar. Es posible que el olvido de algunos instantes se produzca cuando sea
capaz de oír el sonido de una lágrima al caer, o dibujar la forma de un beso cuando
estalla su pasión. Puede que en el infinito de una mirada se pueda instalar el deseo de
una piel despertando otra piel, es posible que me encuentres en un próximo atardecer
que nace a cada instante y muere al mismo tiempo.
A veces la luna me habla de ti, otras veces las estrellas parecen celebrar mi mirada
sobre ellas y en otras ocasiones, descansas placidamente entre las nubes. He visto tu
sonrisa esperándome entre los rayos del sol, nunca te he visto hablando el idioma que
habla mi alma, el día que eso suceda, será quizá que al encontrarme, yo, ya te
esperaba sin saberlo.
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