lunes, 21 de febrero de 2011

Te quiero

Hoy el viento me hablaba de ti. Hoy el silencio era un compañero inoportuno. Sentía su

deseo y anhelo de caminar a mi lado, pero el viento me susurraba palabras calladas,

que yo interpretaba ansiando entender en el límite del espacio que existe entre tú y yo.

El gris del cielo deseaba ser cómplice del silencio inoportuno, pero yo escuchaba tu

voz y el gris se rompía en mil pedazos ante mis ojos. No sé si sabes, que adoro tu

silencio, porque él me habla de ti. No sé si sabes, que estás marcando las huellas que

cada día dejo en el camino.

No sé si sabes que deseo perderme en el océano de tus brazos.

Alguna vez al vivir despierta un amanecer, me hablaba con su presencia inevitable de

instantes que preparaban al nuevo día. Los amaneceres sueñan que al despuntar el

sol no hay un cielo que los espera, y entonces la lluvia se convierte en las lágrimas

que riegan el silencio retenido en el asfalto de la tristeza.

Pero al pensarte y sentirte a ti, los amaneceres que me despiertan dejan de soñar, y

sus colores hacen desfile en la escalera de colores que te regalo a cada paso.

Tú vives ausente de la intensidad del amanecer que veo cuando te siento. Sigues tus

propios pasos con silencios que nunca escuchan los míos, sigues palpitando en el

atardecer que siempre me alcanza, y después te pierdes en la oscuridad que a

menudo me anuda la garganta.

Pero te quiero tanto, que sólo por eso, la felicidad me roza cada mañana y me besa

cada noche. Te quiero tanto, que el cielo es feliz aunque el gris le sorprenda en un

abanico intenso de colores. Te quiero así, aunque tú no sepas nada, te quiero así,

aunque tu silencio me hable cada día y a veces no me diga nada.

Te quiero así, porque al soñarte te reflejas en el espejo en el que me miro cada

mañana.

Te quiero en silencio. Quizás el silencio se rompa cuando mis ojos te lo digan sin

palabras. Quizás ni siquiera entonces sepas, que empecé a quererte en el momento

que vi tu mirada reflejada en los silencios, que muchos ojos miran, sin entender nada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario